Las funciones de los vídeos en la educación y el aprendizaje

El contenido audiovisual es un recurso que está teniendo un boom espectacular en todos los sectores. De hecho en los procesos de enseñanza-aprendizaje es cada vez más utilizado. Por ello, os mostramos hoy las funciones de los vídeos en la educación y el aprendizaje.

¿Cómo usar un vídeo para educar?

El vídeo, en función de su contenido, se puede utilizar:

• Para complementar el aprendizaje utilizando, además, otros recursos.
• Como un recurso de ampliación de la temática, de manera que alumnos aventajados dispongan de material adicional para satisfacer su ritmo de trabajo.
• Para facilitar la labor  de aprendizaje de alumnos con materias pendientes de recuperar, el contenido audiovisual es más fácil de retener.

Por supuesto, la inclusión de los vídeos como material formativo debe enmarcarse en un programa previo que el docente haya formulado, de manera que se combinen todos los recursos y se obtenga el mejor resultado en cada caso.

¿Cuáles son las funciones de los vídeos en la educación y el aprendizaje?

El vídeo cuenta con las siguientes funciones educativas:

Transmitir información

La primera y más obvia función del vídeo en educación y aprendizaje es la de transmitir información.

En este caso el contenido del vídeo estará relacionado con la temática que se imparte, de manera que se esté ofreciendo un canal nuevo para adquirir conocimientos.

Motivar

Además de esto, el vídeo, por el simple hecho de serlo, va a convertirse en un elemento motivador.

¿Por qué? Pues porque es diferente y atractivo. El material audiovisual es el que más entra por los ojos, el que más se consume y el que, como es obvio, más gusta.

Así que, el simple hecho de convertir parte de una lección en vídeo ya va a hacer que el alumnado se interese y motive.

Pero, además, se pueden crear vídeos específicos que sirvan para motivar, por ejemplo, los que sirven para presentar y promocionar una materia, un curso, una parte del temario…

Crear vídeos motivadores adicionales hará que los usuarios se relajen, que comprendan mejor lo que están consiguiendo y, sobre todo, que disfruten del aprendizaje a cualquier nivel.

Adentrar en el universo de las TIC

Además, para un público joven (o mayor), incluir vídeos en clase puede servir para enseñarlos a utilizar las nuevas tecnologías, a comprender cómo funcionan los vídeos, cómo se ponen en marcha, etc.

Servir como elemento de ensayo o apoyo

Los vídeos son un recurso inestimable para practicar en casa en muchos de los casos.

Un claro ejemplo es el vídeo de pronunciación. Estudias un idioma y escuchas a una persona pronunciar y ver cómo mueve la boca es mucho más beneficioso que vérselo hacer a tu profesor una vez.

Además, hay cierto contenido que se puede explicar de manera más sencilla y rápida a través de un vídeo, por ejemplo, la Historia, por lo que te apoyarás en él para aprender la lección de una manera más efectiva.

Evaluar

Los alumnos pueden grabar vídeos para evaluar lo aprendido, cambiando el formato de evaluación para que se les haga más ameno.

Además, el profesor será capaz de evaluar proyectos realizados por los alumnos en situaciones más ventajosas, como, por ejemplo, el hecho de no tener que someterse a una evaluación frente a los compañeros.

Formar al profesorado

Por último, comentar que los profesores también deben reciclarse y formarse continuamente de cara a ofrecer lo mejor de sí mismos.

Al igual que para sus alumnos, los vídeos son una herramienta igualmente válida para aprender.